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Ambulantes, los perseguidos por la Policía de la Ciudad: "Yo soy un trabajador más, no un delincuente"

Desde 2015 recrudeció la persecución a los vendedores ambulantes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a contramano de lo que demandaba una crisis social y económica que lanzaba cada vez más personas a la calle. Una de esas persecuciones terminó en la muerte de una trabajadora. Qué dicen desde el sindicato.

“Con el antiguo Código Contravencional tengo 34 detenciones. Con el nuevo, unas 10 detenciones más, vendiendo la calle”. Sergio Sender es vendedor ambulante, se gana la vida en la calle, ofreciendo “lo que sea”, según dice. “Vendo golosinas, libros, ropa lo que sea , lo que tenga para poder vender. Porque no tengo trabajo”, le cuenta a MARCA INFORMATIVA.

Pero claro, los últimos tiempos no han sido sencillos para personas como él, no sólo por la crisis que afectó a todos los argentinos, sino también por el endurecimiento de la actuación de la Policía de la Ciudad, que para él tiene una decisión evidente de generar “miedo” en el sector.

“La policía se acerca y de manera bien organizada le sacan lo que tengan a los vendedores, generan una reacción y lo que hacen es inmediatamente es llevarlos detenidos, imputados por resistencia a la autoridad”, cuenta, acerca de algo que se repite en las diferentes detenciones de los ambulantes.

Crisis vs represión

Lo que les espera es no sólo el decomiso de la mercadería, sino esposas, calabozo, y probablemente un par de días a la sombra.

Omar Guaraz es secretario general del Sindicato de Vendedores Ambulantes. Él asegura que de 10 detenciones “sólo una es legal”. Y a las restantes 9 las considera saqueos. “Eso que se está haciendo es totalmente ilegal. Sin embargo se hace con todos los vendedores”, asegura.

FORMA DE SUSTENTO

Quien sabe perfectamente de esa experiencia es José Conde, jubilado de la mínima, vendedor ambulante. “Fui arrestado, metido en un patrullero, estuve en comisaría. Me hicieron marcar las huellas digitales como si fuera un delincuente. Y yo soy un trabajador”, se lamenta, asegurando no tener ningún tipo de antecedentes penales ni judiciales, ningún tipo

Morir en la calle

Conde asegura que trabajaba en un banco y que fue despedido “por cuestiones gremiales”. No conseguía trabajo por ningún lado, “entonces lamentablemente me tengo que buscar alguna forma de sustento, y eso lo encontré en venta en la calle”, comparte.

Sender por su parte, se queja de que el comerciante crea que “porque vos vendes lápices vas a fundir una librería. Y entonces somos tratados como delincuentes”.

La policía se acerca y de manera bien organizada le sacan lo que tengan a los vendedores, generan una reacción y lo que hacen es inmediatamente es llevarlos detenidos, imputados por resistencia a la autoridad

El titular del sindicato asegura que desde 2015 se calculan en 7200 las detenciones de vendedores ambulantes. Pero que esa política lejos de reducir la cantidad de trabajadores informales, más bien pasó lo contrario, como consecuencia de la crisis.

Quizás la faceta más triste de esta historia, “aparte de los 1200 vendedores detenidos, de los compañeros senegaleses torturados”, fue la que protagonizó una vendedora ambulante en Devotos. Según Guaraz, la mujer vio que la venían siguiendo, intenta escapar, y “sin medir los riesgos cruza la calle, y lamentablemente es arrollada por un ómnibus y la compañera muere en el acto”.

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