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Trabajan en el Borda y dicen estar hacinados, sin jabón ni alcohol en gel

Los trabajadores y trabajadoras que entregan certificados de discapacidad en el Hospital Neuropsiquiátrico Borda denuncian la falta de cuidados sanitarios y que la dirección obliga a ir a personas que deberían estar licenciadas.

En diciembre, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dispuso trasladar la Junta Evaluadora para personas con Discapacidad al Hospital Borda, una institución de atención de salud mental. Más allá de la anormalidad de que esta tarea se realice en un neuropsiquiátrico, las personas que trabajan allí señalaron que no están dadas las condiciones sanitarias para desarrollar sus tareas en medio de la pandemia generada por el coronavirus.

En el Borda se entrega ahora el Certificado Único de Discapacidad, que es el documento necesario para acceder a coberturas de salud, medicamentos, ortopedias, tarifas sociales, acceso a programas, subsidios y todo tipo de beneficios para las personas discapacitadas. En las imágenes enviadas por los trabajadores se puede observar la gran cantidad de personas que se acumula en una sala de espera que no puede contener el caudal de gente respetando las distancias mínimas para evitar riesgos de contagio de coronavirus.

“Estamos trabajando en condiciones laborales pésimas. No tenemos jabón, no hay alcohol en gel, la sala de espera es ínfima. No se están tomando medidas preventivas para cuidar a las personas que vienen a certificar discapacidad ni tampoco a nosotros”, indicaron. Según lo que relataron, la conducción del área no licenció a personas con hijos menores a cargo, tampoco a médicos de más de 65 años y a personas que forman parte de los grupos de riesgo por tener afecciones previas como asma.

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Uno de los baños, que parece más un depósito de productos de limpieza.

Uno de los baños, que parece más un depósito de productos de limpieza.

“Hoy, sin ir más lejos, a la mañana se le rescindió el contrato a una compañera por opinar sobre la situación que se está generando. Estamos desamparados”, expresaron.

Es por ese motivo que prefieren que las críticas y reclamos no tengan nombres propios. La precarización los deja en una posición de debilidad para reclamar por sus derechos: “Somos profesionales contratados, con contratos de locación. Desde la creación del centro se viene denunciando la precarización”.

En uno de los videos enviados a MARCA INFORMATIVA, se observa que la directora, haciendo caso omiso a las advertencias sanitarias, les ordena seguir atendiendo y les impide reunirse para evaluar la situación. Además, consultada por la trabajadora cesanteada, la directiva responde: “Que venga y pida perdón”.

“Nos están amenazando con rescindir nuestro contrato, que para algunos es nuestro único trabajo. Estamos con mucho miedo, realmente con mucho miedo”, manifestaron.

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