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"La música no debe ser algo exclusivo para algunos"

Nacida en Nueva York, pero hija de una argentina, la mezzosoprano es una de las cantantes de ópera más reconocidas en el mundo.

“Desde chica hice muchas cosas de ballet y de teatro, pero no con la idea de ser bailarina, clases que ahora me ayudaron mucho para saber cómo poner el cuerpo en el escenario, contar historias no solamente con la voz, sino también con el cuerpo. Fui a estudiar a Julliard (uno de los institutos de arte más prestigiosos a nivel mundial) y cuando terminé los estudios empecé a trabajar, encontré a mi mánager y estaba en un momento en el que podía interpretar los roles que no eran de la prima donna y podía hacerlo muy de joven”, indicó Isabel Leonard, una de las más distinguidas mezzosoprano del mundo, que brilla en Nueva York y con raíces argentinas por parte de su madre.

“En vez de hacer un programa de especialización, comencé a trabajar, y el mundo de la ópera fue como mi programa de joven artista, y mi mánager tenía mucha fe en mí, me alentó a hacerlo y me decía que en los primeros años esa educación me la iba a dar estar en el escenario”, completó la cantante sobre su inclusión al mundo de la ópera.

Además de ser ganadora de dos premios Grammy, en 2014 y 2016, la artista recibió numerosos reconocimientos en todo el mundo y se presentó en los principales escenarios con sus representaciones desde la ópera.

Leonard participó del festival internacional New Docta, con el dictado de una master class de manera online ayer por la tarde, mientras que estará en el recital de cierre este domingo, junto con artistas de renombre de todo el mundo (se puede presenciar de manera gratuita por las redes del festival desde las 19 hs. del domingo).

Consultada sobre su incorporación a este evento que llega de manera virtual a escuelas de todo el país, con un fuerte trabajo de difusión del arte en sectores vulnerados, la artista sostuvo: “Es lo más importante, es lo básico, abrir la cultura para todos. No debe ser algo exclusivo para algunos, la música tiene que ser para todos, porque todos somos hermanos, tenemos las mismas emociones y podemos sentir las mismas cosas. La música tiene que permitirnos juntarnos”.

- ¿Creciste en un hogar donde había mucha música?

- Mi mamá escuchaba siempre música clásica, al igual que la ópera, y la verdad que no era algo que me gustaba mucho, porque sentía que era gente que gritaba mucho, no entendía lo que estaba pasando. Por eso es gracioso que luego hubiera hecho carrera en eso. Lo cierto es que todavía, como cantante de ópera, siempre he tenido el deseo de querer hacer otro tipo de ópera, de un modo más honesto y real, no tan excesivo, que es lo que muchas veces veo y es un tipo de teatro que no me gusta. Creo que las historias de ópera son tan interesantes y reales, con emociones tan grandes y verdaderas, que se puede conectar con el público de una forma más directa, real y honesta. Hay muchos artistas que cantan y actúan muy bien, y considero que es lo más interesante, quiero seguir en la carrera y mejorar más para que más público lo encuentre y pueda seguir lo que está ocurriendo en el escenario en la obra.

Es dueña de una increíble voz y hace parecer sencillo cantar en ese nivel. Mientras que la caracteriza una enorme humildad, que se vio reflejada a la hora de compartir con los alumnos que participaron de la master class que ofreció en en New Docta.

- ¿Qué sentís al cantar?

- Para mí, es sentirme libre, más cuando canto algo que me sé bien y con lo que me siento cómoda, con confianza en mí misma, es la sensación de ser ese personaje y de entrar en el cuerpo, la ropa y los zapatos de su personalidad y actuarlo honestamente para que el público no vea a Isabel cantando, sino que crea en la historia y se pierda en ese relato, que sea parte de ese mundo.

- ¿Suma algo la actuación a esa sensación?

- Me encanta actuar, cada papel tiene sus desafíos, me encantaría poder hacer cine o televisión para poder seguir creciendo, porque sé que es otro nivel y perspectiva más allá de la ópera. Ahí se incluyen los zooms que en el escenario no tenemos. Me gustaría sumarme a una producción de ese tipo.

Tierra argentina

Si bien es nacida en Estados Unidos, su madre es argentina y ella siente sus raíces en nuestro país. En varias oportunidades lo ha visitado y queda pendiente algún tipo de gira por el territorio.

- En Argentina la ópera no tiene el desarrollo que tiene en Estados Unidos, ¿qué experiencias has tenido en tus visitas al país?

- Desde el Teatro Colón me han preguntado en varias oportunidades para hacer presentaciones, pero cuando tenés todo agendado para los próximos 2 años, no hemos podido concretarlo porque las invitaciones se dieron en corto plazo, 6 u 8 meses. Me gustaría mucho poder ir a Argentina y hacer algunos conciertos, con un pequeño tour, para llevar mi música y compartirla, que pueda tocarles el corazón a los argentinos. Allá somos muy de la familia y del folclore, por lo que debería ser parte del concierto.

- ¿Te gusta incursionar por otros géneros por fuera de la ópera?

- Sí, me gustaría mucho cantar tango, por ejemplo, pero para hacerlo necesitaría de una profesora que me enseñe un poco más, de su historia y estilo, nunca diría que yo lo sé hacer, porque no lo he hecho tanto. Sí hice algo de zarzuela, siguiendo a autores de España, Sudamérica, Cuba, músicos fantásticos.

Estuvo en los principales escenarios de todo el mundo e interpretó papeles como Rosina, en “El barbero de Sevilla”, Angelina en “La Cenicienta”, Cherubino en “Las bodas de Fígaro”, Dorabella en “Così fan tutte”, Charlotte en “Werther”, Blanche de la Force en “Diálogos de carmelitas” y Costanza en “Griselda”, entre otros.

- ¿Qué debe tener un artista para subirse al escenario a cantar?

- Creo que son muchas cosas, pero es fundamental entrenarse. Es como si fuéramos atletas, para estar preparados. Hay que estar lista para no tener miedo y, si una lo está, se sube y se anima a probar para ver qué pasa. En ese momento te olvidás de todo y seguís el momento.

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