Política | Salta | pueblo nación wichí | Hambre

Mauricio Macri y muchos otros dirigentes políticos son terratenientes en las zonas donde mueren los wichís

Políticos de primera línea, grandes empresarios y poderosas multinacionales son los dueños de grande extensiones de tierras en el Chaco Salteño, donde los wichís sufren el hambre y las carencias sanitarias. Los dueños del norte hacen negocios mientras los wichís mueren.

El proceso que llevó a la incorporación como áreas productivas de amplias zonas de monte en el Chaco Salteño terminó expulsando a los wichís que estaban en esas tierras o condenándolos al desamparo y al hambre, al tiempo que creaba una élite terrateniente en esos campos. Mauricio Macri, la familia de Marcos Peña Braun, Nicolás Caputo, Gianfranco Macri, los hermanos Torello, Pablo Clusellas, el verborrágico Alfredo Olmedo y el exgobernador Juan Carlos Romero están en la lista de los dirigentes políticos de peso que son los dueños de las tierras donde las comunidades indígenas pasan situaciones desesperantes

Sin embargo, la ambición desmedida hizo que ninguno de esos dirigentes se haya ocupado en atender las necesidades de esas personas.

Macri y su entorno poseen como mínimo 44.200 hectáreas. El primo segundo de Marcos Peña, Jaime Alejandro Braun Peña, compró unas 20 mil hectáreas, las cuales transfirió a la empresa El Yuto S.A., donde figura Mauricio Macri como principal accionista. Allí también figuran los hermanos José y Pablo Torello, exjefe de asesores de Presidencia y diputado, respectivamente. Dos hombres de mucha confianza del exmandatario. Y también figura Nicolás Caputo, el empresario más cercano a Macri.

La actividad de El Yuto fue desplazando a las comunidades de Las Llanas 1 y Las Llanas 2. Lo increíble es que El Yuto recibió una concesión especial por parte del gobierno que le aseguraba la provisión de agua para riego, mientras que en las imágenes satelitales se pueden percibir perfectamente que los círculos de riego se encuentran a escasos 100 o 150 metros de las comunidades indígenas, que no tienen posibilidad de acceso al agua –ya ni pensar en agua potable-, lo cual es el principal problema sanitario que sufren los indígenas de la zona.

Jaime Alejandro Peña Braun, el mismo que compró terrenos para Macri, está al frente de la finca Cuchuy, de la que es propietario junto al exsecretario de Legal y Técnica de la Presidencia en la gestión anterior, Pablo Clusellas. A principios de 2018, ambientalistas se pusieron al frente de las topadoras y lograron decretos de la Nación para detener los desmontes en esa finca por infracción a la Ley de Bosques. Para ese momento, Greenpeace indicó que ya había deforestado 5 mil hectáreas. Sin embargo, no pararon: siguieron desmontando y fueron multados por la irrisoria suma de 2,5 millones de pesos. En las tierras de Cuchuy viven decenas de familias wichí.

Juan Carlos Romero, gobernador salteño durante 12 años, también tiene muchos territorios productivos en el Chaco Salteño. Lo paradójico es que Romero, en el año 2006, logró poner a Salta como la provincia con mayor nivel de desmontes en todo el continente. También el diputado Alfredo Olmedo, fácilmente reconocible por sus frases pirotécnicas y sus camperas amarillas, es terrateniente en zonas cercanas a la frontera. Tiene 230 mil hectáreas que le cedió Romero cuando era gobernador a través de la empresa de mayoría estatal Salta Forestal.

“Es un régimen social y político que está llevando a la muerte a los niños de estas comunidades”, dijo a MARCA INFORMATIVA el diputado provincial del Partido Obrero, Claudio del Plá.


LOS LIMONES DE LA SPRITE Y LA PLATA SUCIA DE ESPAÑA

Entre la élite terrateniente del Chaco Salteño también figuran empresarios y capitales transnacionales. Uno de ellos es La Moraleja S.A. Es una empresa a la que derivaban fondos de la corrupción del Partido Popular en España, un dato que terminó con dos tesoreros de ese partido presos, y es uno de los mayores productores de cemento.

Angel Sanchís, uno de los detenido por el escándalo de corrupción, era directivo de La Moraleja.

La empresa tiene algunos detalles de color que la pintan de cuerpo entero. Por un lado, su producción limonera va casi enteramente a proveer a la Coca Cola de materia prima para hacer la Sprite. La otra apostilla es que en esa empresa trabaja uno de los hijos de uno de los represores más temidos y siniestros de la dictadura cívico-militar: Luciano Benjamín Menéndez.


DE AMARILLAS A VERDES

Uno de los hombres más poderosos de Salta, el banquero dueño de Banco Macro, Jorge Horacio Brito, también posee tierras. Macro, su banco, tiene Agropecuaria Juramento, una gran ganadera propietaria del frigorífico Bermejo. Tiene cuota Hilton y negocios de gran escala, según detalló el diputado Del Plá.

Fuentes que conocen la política salteña apuntaron que Brito está haciendo un fuerte lobby para que en la reforma constitucional que podría darse en Salta busquen voltear el ordenamiento territorial. El objetivo es incorporar masivamente áreas calificadas como ‘amarillas’ y que el gobierno las autorice como ‘verdes’. Son más de un millón de hectáreas las involucradas en este viejo anhelo de la Sociedad Rural.

Dejá tu comentario